10 de julio de 2012

Chilla Gutiérrez

P

ero, ¿dónde? Como un condenado, grita. ¿Dónde está? Ni idea. “Buen día, joven”. Hola, viejo puto. No me hablés, por favor. Hacé lo que tengas que hacer, pero no me hables de más, por favor, viejo de mierda. ¿No lo escuchás a Gutiérrez? “Vengo para actualizar el plazo fijo, tome, acá en este papelito le anoté el número de cuenta, mi nombre y mi DNI”. Y a mí qué carajo me importa dónde anotás tus datos de mierda, viejo. ¿Por qué no lo ponés a renovar automáticamente, la concha de tu madre? ¿Y si es el infierno?

26 de junio de 2012

Himalia


stás sentado en un cráter de la Luna. Tomando un mate. Espumoso, rico. Se te complica un poco esto de tomar mate en la Luna, y tuviste que adaptarle un pequeño inyector al termo para que el agua le entre bien al mate; sin ese coso se te dispersaba y terminaba quemándote la mano. Lo más difícil fue con la bombilla. Apenas chupabas se te venía todo el líquido junto. Tuviste que aprender a chupar de a poquito. Pausado. Tenés la corazonada de que hay alguien (cuando pensás “alguien” estás pensando en alguien como vos, y no en un negro cabeza) en algún otro cráter de la Luna. Mientras, te preguntás qué pasó con las piedras que hicieron semejantes buracos. ¿Golpearon en la Luna y rebotaron?
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